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Flavonoides y cumarinas: aliados naturales contra el dolor

El dolor es una de las molestias más comunes que todos experimentamos en algún momento, ya sea por una caída, una enfermedad o una inflamación. Aunque existen muchos medicamentos para tratarlo, la naturaleza también ofrece compuestos que podrían ayudar a aliviarlo. Entre ellos, destacan los flavonoides y las cumarinas, sustancias que se encuentran de forma natural en muchas plantas medicinales.


¿Qué son los flavonoides y las cumarinas?

Los flavonoides son pigmentos vegetales que le dan color a muchas frutas, verduras y flores. Son conocidos por su capacidad antioxidante, es decir, que ayudan a proteger nuestras células del daño. Pero, también algunos flavonoides tienen efectos antiinflamatorios y analgésicos, lo que ha despertado el interés de investigadores que estudian el dolor y su tratamiento.


Estos compuestos actúan inhibiendo la producción de prostaglandinas, sustancias que el cuerpo libera durante la inflamación y que aumentan la sensibilidad al dolor. Además, los flavonoides modulan receptores del sistema nervioso relacionados con la percepción del dolor, como los receptores opioides y los canales de calcio.


Las cumarinas, por otro lado, son compuestos aromáticos presentes en plantas como el trébol dulce o el apio. Tienen propiedades vasodilatadoras, anticoagulantes y también antiinflamatorias. En la medicina tradicional, se han usado para aliviar dolores musculares y articulares, y hoy en día se investiga cómo actúan en el cuerpo para reducir la sensación de dolor. Algunas investigaciones muestran que las cumarinas pueden bloquear señales nerviosas del dolor e incluso disminuir la liberación de citoquinas proinflamatorias, moléculas que empeoran procesos dolorosos.


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Plantas que los contienen y un caso aplicado

Tanto flavonoides como cumarinas están presentes en muchas especies utilizadas en la medicina tradicional. Algunas plantas conocidas y que los contienen en alta cantidad son:


  • Manzanilla (Matricaria chamomilla) – rica en apigenina, un flavonoide con propiedades antiinflamatorias pero también neuroprotectoras.

  • Cúrcuma (Curcuma longa) – contiene curcumina, con potente efecto antiinflamatorio.

  • Ruda (Ruta graveolens) – fuente importante de cumarinas.

  • Árnica mexicana (Heterotheca inuloides) – contiene flavonoides como quercetina, así como cumarinas activas.


En este último caso, el aceite de árnica es un ejemplo concreto. En una formulación desarrollada recientemente con fines analgésicos, se encontró que este aceite conserva una alta presencia de flavonoides y cumarinas, lo que podría explicar su acción calmante sobre dolores musculares y articulares. Al aplicarse de forma tópica, el producto no solo actúa localmente al disminuir la inflamación, sino que ofrece una alternativa natural y efectiva al uso exclusivo de analgésicos sintéticos.


¿Qué dice la ciencia?

Estudios recientes han encontrado que tanto flavonoides como cumarinas pueden modular ciertas rutas del sistema nervioso que están involucradas en la percepción del dolor. Se ha observado que pueden bloquear o disminuir la liberación de sustancias que provocan inflamación, lo que lleva a una reducción del dolor de forma natural.


Por ejemplo, algunas investigaciones han demostrado que extractos de plantas ricos en estos compuestos reducen el dolor en animales de laboratorio sometidos a pruebas controladas. Esto sugiere que podrían ser una base para el desarrollo de nuevos tratamientos naturales o complementarios al uso de analgésicos tradicionales.


No obstante, los estudios analizados no profundizan o incluso no proporcionan estudios toxicológicos que ayuden a analizar si el exceso de estos compuestos representa algún daño a la salud humana, pues como todo en exceso puede ser dañino, hace falta aún analizar si los flavonoides y cumarinas también entran dentro de esta regla.


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¿Por qué es importante?

El interés por los remedios naturales y la medicina basada en plantas ha crecido en los últimos años. Los flavonoides y las cumarinas no solo ofrecen una alternativa más suave, sino que también podrían disminuir los efectos secundarios de algunos fármacos convencionales, especialmente si se combinan con tratamientos ya existentes.


Los resultados son alentadores, aunque si bien es cierto que aún se necesitan más estudios en humanos, los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores y apoyan el uso tradicional de muchas plantas en el alivio del dolor.


Conclusión

La naturaleza sigue siendo una fuente rica de compuestos con aplicaciones médicas. Los flavonoides y las cumarinas no solo tienen potencial para aliviar el dolor, sino que también podrían complementar tratamientos actuales. Su estudio y uso responsable, basados en evidencia científica, pueden abrir nuevas puertas en el manejo del dolor de manera más natural y segura.


No obstante, la literatura no ofrece la suficiente información sobre su uso y dosificación, he ahí la importancia de continuar investigando sobre sus beneficios, mecanismo de acción y ventajas que ofrecen, pero también es conveniente ampliar la información existente sobre la toxicología que pueden llegar a representar si se presenta una sobredosis o una dosis inexacta.


Referencias

  • Argueta, A., Cano, L., & Rodarte, M. (1994). Atlas de las plantas de la medicina tradicional mexicana. Instituto Nacional Indigenista.

  • González-Stuart, A. (2001). Plantas medicinales de México: usos tradicionales y propiedades terapéuticas. Universidad Autónoma de Nuevo León.

  • Martínez, M. (2004). Las plantas medicinales de México (6.ª ed.). Editorial Botas.

    Secretaría de Salud. (2013). Farmacopea Herbolaria de los Estados Unidos Mexicanos. Comisión Permanente de la Farmacopea.

  • Ramírez, J., & Zamilpa, A. (2017). Actividad biológica de los flavonoides y su potencial terapéutico. Revista Mexicana de Ciencias Farmacéuticas, 48(2), 32–45.


Sobre los autores:

C. Rafael Alejandro Campa Bugarín es estudiante de último semestre de la licenciatura en Químico Farmacéutico Biólogo en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Recientemente ha participado en el Verano de la Investigación del Programa Delfín, centrando su investigación en la formulación de un fitopreparado de aplicación tópica a base de Heterotheca inuloides en la ciudad de Xalapa-Enríquez, Veracruz.

 

Dra. Minerva Hernández Lozano es Química Farmacéutica Bióloga con estudios de Maestría y Doctorado en Neuroetología por la Universidad Veracruzana. Profesora de tiempo completo adscrita a la Facultad de QFB región Xalapa, pertenece al SNI y cuenta con perfil PRODEP. Es Coordinadora de la academia de Farmacia, fue candidata por el COVEICYDET para recibir la Medalla “Heberto Castillo Martínez” (2019) y por la Universidad Veracruzana para el premio “Innovación Educativa de la ANUIES” (2024). Desarrolla la sublínea de investigación Evaluación biológica de fármacos, fitomedicamentos y herbolarios empleados como analgésicos. Ha realizado divulgación y difusión de la ciencia desde 1996 y coordinado el diseño de MOOC para la enseñanza de las ciencias.


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